La pastelería más famosa de Venecia, y la autoridad en lo que se refiere a las típicas frittelle del Carnaval. Si estás en Dorsoduro y le pides a cualquiera que te indique un lugar para desayunar, tomar un café o ir de repostería, la respuesta siempre será “Pasticceria Tonolo”.
Tonolo es una institución, y en las mañanas siempre acude una legión de fieles seguidores. Tienen maravillosos croissants, así como galletas de mantequilla, diminutas tartas de fruta y cannoli rellenos de crema de mascarpone. Verdaderos maestros y artesanos en cada uno de sus bocadillos, una parada imprescindible si visitas Venecia y estés o no interesado en el turismo gastronómico.
Cuenta con una pequeña zona donde poder acompañar tu dulce de turno con alguna bebida como café o similar. Todo con una pinta estupenda y con un sabor tradicional. Hay que tomarse el café de pie, rodeado de lugareños y turistas que se detienen en el local a comprar una amplia variedad de dulces. Y es que no es solo el café lo único que merece la pena probar: puedo confirmar que el buñuelo de café (1.20€) y el tiramisú (1.50€) están para repetir.
Experiencia
Pastelería tradicional suele estar siempre llena, por lo que es recomendable ir temprano. Tienen una buena variedad y un precio muy bueno para Venecia. Muchos de sus dulces o bollos los venden a 1 euro.